Muere Bryan Randall, pareja de Sandra Bullock, víctima de la ELA a los 57 años

El fotógrafo Bryan Randall, pareja de Sandra Bullock, falleció el pasado 5 de agosto a los 57 años. Su familia era la encargada de anunciar la noticia el pasado lunes en un comunicado a People, en el que comparten que Randall padecía esclerosis lateral amiotrófica (ELA), enfermedad que le diagnosticaron hace tres años y causa de su fallecimiento.

“Bryan Randall falleció en paz tras tres años de batalla contra la ELA”, comparte su familia, aclarando que el fotógrafo habría decidido desde el principio mantener en privado su condición. “Aquellos de nosotros que lo cuidamos hicimos todo lo posible para cumplir con su petición”, aseguran, agradeciendo al equipo médico que ha estado pendiente de él en todo este tiempo su apoyo y cuidados.

“Pedimos privacidad para nuestro duelo y asimilar la imposibilidad de tener que despedirnos de Bryan”, concluye la familia, que en lugar de flores para su funeral pide donaciones para la unidad de ELA del Hospital General de Massachusetts.

La oscarizada actriz conoció al fotógrafo en 2015, después de que le contratase para inmortalizar la fiesta de cumpleaños de su hijo mayor, Louis. Desde entonces, se convirtieron en inseparables, haciendo pública su relación un año después, en la boda de sus amigos Jennifer Aniston y Justin Theroux. Desde entonces, la pareja ha vivido su romance de manera discreta, criando juntos a sus hijos: los dos de la actriz, Louis (13) y Laila (10); y la hija de Randall.

“He encontrado al amor de mi vida”, confesaba la actriz en una entrevista en 2021, “tenemos unos hijos maravillosos y es lo mejor del mundo”. Bullock siempre insistía en que Randall era el mejor ejemplo que podría haber querido alrededor de sus hijos. “Es un modelo a seguir incluso cuando no estamos de acuerdo”, confesaba.

Una enfermedad temida

La esclerosis lateral amiotrófica (ALS, por sus siglas en inglés) es una enfermedad en la que determinadas células nerviosas del cerebro y de la médula espinal (motoneuronas, controlan los músculos que permiten mover el cuerpo) mueren gradualmente. Las personas que padecen ELA sufren una discapacidad paulatinamente, aunque la velocidad de empeoramiento es distinta según cada caso.

Actualmente, no existe cura para la enfermedad. En la mayoría de los casos, la muerte sucede en los siguientes tres a cinco años tras su diagnóstico, salvo excepciones.

COMENTARIOS