Un lote de pasturas, ayer, en Junín, muy dañado por la sequía.
Un lote de pasturas, ayer, en Junín, muy dañado por la sequía.
LA SEQUÍA CASTIGA A LA ZONA NÚCLEO

Pese a las lluvias, la sequía en Junín y la Región continúa siendo “severa”

Los productores rurales consultados por Democracia coincidieron en que el agua acumulada fue “insuficiente”. Con respecto al rendimiento de los cultivos, señalaron que son muy bajos y, en casos como la soja de segunda, ni siquiera se cosecha.

Las últimas lluvias mejoraron las condiciones de humedad en una amplia región del centro del país, situación que provocó una reducción de la superficie afectada por la sequía en el país, de casi 35 millones de hectáreas. La categoría severa bajó fuertemente en Santa Fe, Corrientes y Entre Ríos, pero aún afecta a gran parte de la provincia de Buenos Aires e impacta en unos 50 municipios del interior, incluido Junín.

Estos datos se desprenden de un relevamiento de la Mesa Nacional de Monitoreo de Sequías. En el país, la cantidad de superficie bajo sequía, de acuerdo al reporte, descendió a 138.015.262 hectáreas entre agricultura, ganadería y forestación.

Andrés Moutous, presidente de la Sociedad Rural de Junín (SRJ), afirmó a Democracia: “Los rindes en soja y maíz son muy malos, por debajo del 50% de lo normal. Hay que calcular un 50% de nivel de cosecha, y en el país es similar, por ahí es mejor en alguna zona, pero en general los rindes son muy malos”. 

Y añadió: “Todavía no llovió nada de lo que tenía que llover, estamos entre 150 y 200 milímetros abajo para empezar a pensar en una siembra de grano fino, que es trigo y cebada”.  

Rosana Franco, presidenta de la filial Junín de la Federación Agraria Argentina (FAA), afirmó a Democracia: “Los rindes son muy bajos, con un promedio de entre 500 kilos y 2200 kilos. La soja de segunda directamente no se cosecha porque no alcanza el rendimiento para pagar la máquina cosechadora. El maíz también tuvo un muy bajo rendimiento, con un promedio de 3000 kilos”.

Y agregó: “Las últimas lluvias son insuficientes, ya que apenas humedecen el suelo. Necesitamos lluvias significativas para mejorar el nivel de napas del suelo”. 

“Tras otro mes con predominio de calor extremo y olas de calor inéditas, los eventos de lluvias intensas retornaron gradualmente a varias regiones del país y los primeros signos de cambios se hicieron notar hacia la segunda mitad del mes. Lluvias por sobre lo normal se registraron mayormente sobre el NOA, región central, Cuyo, centro del Litoral y sur de Buenos Aires, zonas en donde se comenzó a evidenciar una mejoría respecto del mes anterior”, apuntó el trabajo.

Y aclaró que la “excepción” fue gran parte de la zona núcleo, en donde el calor extremo y la falta de lluvias “volvieron a golpear fuerte durante casi todo marzo”.

De hecho, si uno analiza la medición de febrero con la de marzo, se ve en el territorio bonaerense una merma de la zona castigada por sequía leve y moderada, aunque sigue siendo alta la cantidad de distritos golpeados por la sequía severa. En ese sentido, a la veintena de comunas del conurbano, se suman unos 50 del interior que atraviesan una situación compleja en sus regiones agropecuarias.

Entre los municipios bonaerenses que tienen toda superficie (o parte de ella) afectada por sequías severas están General Villegas, Rivadavia, Ameghino, Pinto, Alem, Arenales, Colón, Pergamino, Rojas, Lincoln, Viamonte, Junín, Tejedor, 9 de Julio, Bragado, Alberti, Chacabuco, Salto, San Nicolás, Ramallo, San Pedro, Arrecifes, Capitán Sarmiento, Baradero, Zárate, Carmen de Areco, San Antonio de Areco, San Andrés de Giles, Exaltación de la Cruz, Campana, San Fernando, Escobar, Pilar, General Rodríguez, Luján, Las Heras, Mercedes, Navarro, Suipacha, Chivilcoy, Carlos Casares, Cañuelas, Lobos y 25 de Mayo.

También Marcos Paz, Monte, General Paz, Brandsen, Chascomús, San Vicente, La Plata, Ensenada, Berisso, Magdalena y Punta Indio. Además, se suman los del conurbano: Almirante Brown, Avellaneda, Lanús, Lomas de Zamora, La Matanza, Morón, Tres de Febrero, San Martín, Vicente López, San Isidro, Quilmes, Berazategui, Florencio Varela, Esteban Echeverría, Ezeiza, Moreno, Merlo, Malvinas Argentinas, Hurlingham, Ituzaingó, Tigre, San Fernando, José C. Paz y San Miguel.

Las precipitaciones, según el informe, se dieron hacia el final del período crítico de los principales cultivos, por lo que “no significarían mejoras importantes”, sumado a que afectan negativamente las labores de cosecha donde hubo excesos.

Por otro lado, los índices de humedad de suelo muestran una “clara mejora” tras la ocurrencia de lluvias en el NOA, en la región central y pampeana. Se destacó la mejora en Entre Ríos, Santa Fe, Córdoba y el sudeste bonaerense. En otras zonas las lluvias fueron menores y no permitieron la recarga de los perfiles.

Si bien hubo un cambio, el impacto de la sequía en los índices de vegetación continúa reflejándose en el centro y norte de Buenos Aires, norte de La Pampa, este de Córdoba, Entre Ríos, Santa Fe y Corrientes, donde “se observan mayoritariamente valores por debajo de mínimos históricos”. 

En relación a la cuestión hidrológica, se sostienen los valores muy bajos de altura en numerosos cursos fluviales intermedios, así como lagunas y otros cuerpos de agua ante la sequía. Se sostuvo la recuperación de los principales sistemas hídricos, principalmente aguas arriba en el Paraná, Paraguay e Iguazú, entre otros ríos importantes

La Mesa Nacional de Monitoreo de Sequías está integrada por especialistas de instituciones nacionales que integran la RED Gircyt que aportan productos y herramientas para el seguimiento de las condiciones meteorológicas y agronómicas vinculadas a sequías en la Argentina.
Caída en los rindes

La Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) recortó otra vez la estimación de producción de soja en 2,5 millones de toneladas respecto a la semana pasada, hasta los 22,5 millones de toneladas, por los bajos rendimientos obtenidos durante el progreso de la cosecha.

De concretarse esta nueva proyección, la producción de la actual campaña caería 48% respecto al ciclo 2021/22, cuando se trillaron 43,3 millones de toneladas y se ubicaría como la peor, en por lo menos, dos décadas, según registros de la entidad.

En los últimos sietes días el avance de cosecha alcanzó 16,7% de la superficie apta con un rendimiento medio nacional de 15,7 quintales por hectárea (qq/ha).

Colaboradores de la entidad reportaron "mermas de rendimiento sobre lo cosechado con respecto a lo esperado, siendo los cuadros sobre ambos núcleos los más afectados", por lo cual la Bolsa porteña realizó nuevos ajustes en la estimación de producción.

Por otro lado, la cosecha de maíz con destino grano comercial avanzó en gran parte del país, con "productividades que muestran una alta heterogeneidad y valores por debajo de los potenciales de cada región". A la fecha el avance nacional se ubicó en el 14,7 % del área apta, con un rinde medio nacional de 41,1 qq/ha, por lo que mantuvo la estimación de producción de 36 millones de toneladas.

Por último, la recolección de girasol se encuentra a punto de finalizar, con el 94% del área ya cosechada, con un rendimiento de 19,7 qq/ha, productividad que permite mantener la proyección de trilla en 3,9 millones de toneladas.

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