Soja de segunda, ayer, en un campo de la vecina ciudad de Rojas.
Soja de segunda, ayer, en un campo de la vecina ciudad de Rojas.
TRAS EL DRAMA DE LA SEQUÍA

La lluvia fue un regalo de Navidad para el campo, que espera una buena cosecha

En Junín y la zona cayeron entre 15 y 34 milímetros, anteanoche, y para los productores rurales “fue una bendición”, especialmente para el cultivo de maíz, que en esta época necesita agua. Las exportaciones de los principales complejos granarios crecerán 41,5%, hasta los US$ 35.800 millones, durante la campaña 2023/24.

Las exportaciones de los principales complejos granarios crecerán 41,5%, hasta los US$ 35.800 millones, durante la campaña 2023/24, de la mano de una cosecha que podría ser la segunda más alta de la historia, con 137 millones de toneladas, estimó hoy la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).

De concretarse este guarismo, los ingresos por exportaciones saltarían US$ 10.500 millones respecto al anterior ciclo comercial y se erigirían como el tercer mayor monto de la historia.

En este sentido, la titular de la Federación Agraria Argentina (FAA) de Junín, Rosana Franco, manifestó a Democracia: "Las lluvias impactaron positivamente, en otras palabras, la lluvia de anoche (por anteanoche) fue una bendición. Las mediciones fueron dispares en la zona rural, anduvieron entre los 15 y los 34 milímetros. Además, fue una lluvia no muy fuerte, eso permite una mejor absorción". 

Y la productora federada agregó: "En cuanto a los cultivos, aún falta sembrar más soja de segunda, que se retrasó por la cosecha tardía de trigo, pero la siembra óptima es durante la primera quincena de diciembre, ya que, cuánto más tarde se siembra, se obtienen menos rindes, pero sí podemos decir que la campaña agrícola se presenta como muy buena". 

"De todos modos tenemos todavía tres meses hasta que llegue la cosecha. La naturaleza y el clima deciden finalmente cómo será, pero esperemos que después de cuatro campañas agrícolas de regular a muy mala, este año se revierta y podamos cosechar", se esperanzó.

Por su parte, Gustavo Frederking, dirigente de Carbap, analizó el desarrollo de los cultivos: "La lluvia terminó de completar una serie de precipitaciones que se venían acumulando, esta es la tercera, que le viene espectacular al maíz, principalmente. Porque el maíz tradicional sembrado en septiembre y octubre estaba en la época de floración, que es cuando más necesita el agua". 

"En tanto, los maíces tardíos o de segunda, sembrados en diciembre, todavía no están en floración, pero igual les viene bien a todos los cultivos", sostuvo el productor. Y agregó: "Ya se puede decir que, en cierta manera, hay un indicio importante de acuerdo a cómo está y cuánta agua cayó en la floración, por lo que ya tiene una perspectiva de rendimiento que, en el caso del maíz, va a ser muy positiva".

Con respecto a la soja, dijo que "le vino muy bien a la soja de segunda, que estaba naciendo y también a la soja de primera, que aún falta un mes para el período crítico, pero de todas formas le hace como un colchón que vaya acumulando agua". Y advirtió: "Tenemos que tener en cuenta este año que no tenemos más napa. La sequía lo que trajo aparejado es que hoy la napa esté a un nivel muy por debajo de donde debería estar, por lo que los cultivos no pueden tomar o no pueden usar la napa, que es una parte importante también para el desarrollo de cualquier planta". 

"Si hace mucho calor, con mucho sol, en pocos días más vamos a necesitar agua de vuelta. Principalmente para las hojas que todavía les falta desarrollo y para los maíces sembrados más tarde de la forma tradicional", anticipó. Y añadió: “Es importante que siga lloviendo y que no ocurran situaciones anómalas con el clima, como en otros lugares del país. Por ejemplo, el domingo pasado hubo una tormenta fuerte, pero no hizo ningún tipo de daño”. 

Aumento en la exportación

El complejo que más aportaría sería el sojero, con US$ 20.000 millones generados por los despachos de granos y derivados versus los US$ 13.700 millones en de la 2022/23.

Asimismo, el complejo maicero aportaría US$ 8.300 millones, mientras que el de trigo se ubicaría en US$ 2.400 millones, el doble de la marca alcanzada en la última campaña. De esta manera, "la exportación de granos y subproductos del agro representaría cerca del 45% del total de los US$ 75.000 millones proyectados a exportar en total desde el país para el próximo año 2024", indicó la BCR.

Este salto exportador es producto de la recuperación que tendrá la producción de granos durante la presente campaña respecto al anterior ciclo, que fue fuertemente afectado por la sequía, generando un desastre productivo en la mayoría de los cultivos.

Gracias a las lluvias que trajo consigo el fenómeno climático de "El Niño", se recuperaron los perfiles hídricos de los suelos en gran parte del área agrícola nacional, potenciando la producción y permitiendo que la proyección de cosecha de soja alcance los 50 millones de toneladas y al maíz 56 millones.

Asimismo, se prevé una producción de girasol de 4,3 millones de toneladas y de 2,4 millones en el caso del sorgo. De esta manera, "la producción total de granos en la 2023/24 podría alcanzar 137 millones de toneladas, un 65% más que el volumen total obtenido en la campaña previa. De confirmarse esta cifra quedaría como la de segunda mayor producción de la historia, sólo por detrás de los 140 millones del ciclo 2018/19", dijo la entidad.

Este volumen posibilitaría un saldo exportable de 100 millones de toneladas, con el maíz posicionándose como el principal grano de exportación con 40 millones de toneladas.

No obstante, "también se vislumbra una fuerte recuperación en la exportación de los demás granos, con el trigo posicionándose a la cabeza con 9,5 millones de toneladas, el triple de lo alcanzado en la 2022/23".

En cuanto al envío al exterior de subproductos y aceites, para la 2023/24 se espera también un aumento en los despachos en términos de toneladas, con casi 30 millones de toneladas de exportaciones de subproductos y 6,7 millones de aceites, lo que implica un aumento del 45% en ambos casos.

Finalmente, la recuperación de la producción no sólo tiene su impacto en el frente externo generando divisas para el país, sino que también impacta en la economía nacional.

Así, el Valor Agregado Bruto de la producción de granos en la nueva campaña se triplicaría respecto del valor del ciclo 2022/23, y alcanzaría los US$ 15.000 millones.

Devaluación y nuevo dólar

La comercialización de granos adquirió un renovado dinamismo con marcados aumentos en los volúmenes negociados tras la devaluación y la puesta en marcha de un nuevo Programa de Incremento Exportador (PIE), que impulsaron las ventas de casi 2,4 millones de toneladas de maíz, soja y trigo con precio desde que comenzó el gobierno de Javier Milei.

Según la analista de mercados de la consultora FyO, Mariela Brandolin, desde que comenzó el también denominado "dólar exportador", que establece un esquema cambiario donde el 80% de las divisas deben liquidarse a la cotización oficial del dólar, mientras que el restante 20% al tipo de cambio Contado con Liquidación, se llevan comercializadas a precio 538.860 toneladas de soja, 833.240 de trigo y un millón de maíz.

"El dato interesante es que la cantidad de toneladas se fue moviendo casi al compás del precio", dijo Brandolin. Así, bajo este nuevo esquema, el precio de la soja escaló hasta los $ 260.000 la tonelada al cierre del viernes, mientras que el maíz llegó a los $ 150.000 la tonelada y el trigo a los $ 185.000 la tonelada, según la plataforma oficial SIO-Granos, que registra las operaciones de compra y venta de granos.

No obstante, Brandolin consideró que más allá del aumento en la comercialización, "estamos lejos de un boom de ventas como el que les tocó a los primeros programas, y esto tiene sentido ya que, si bien, los precios aumentaron producto de la devaluación y la brecha se achicó enormemente, hay muchos que prefieren quedarse con los granos como resguardo de valor".

Por su parte, el analista de la consultora AZ-Group, Javier Roca, aseguró que "el nuevo tipo de cambio para exportaciones y las necesidades financieras de los productores en esta época determinaron que se retomaran las ventas de granos en las últimas semanas".

Si se toma en cuenta también las operaciones de fijaciones, que es el cierre del precio de la mercadería previamente entregada, sino que se establece en el futuro, los negocios por maíz alcanzaron los 3,18 millones de toneladas, 1,5 millones de toneladas de soja y 1,11 millones de toneladas de trigo. Además, se vendieron 274.009 toneladas de cebada; 228.144 de girasol; y 70.747 toneladas de sorgo.

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