economía en Junín
ANTE LA CRISIS ECONÓMICA

Prendas, calzados o electrodomésticos: aseguran que “hoy todo se arregla”

En ello coinciden los consultados por Democracia. Ya sea ropa para achicar, cambios de cierre, pegado de suelas o modificaciones en zapatos, reparaciones de pavas eléctricas o microondas, la situación obliga a refaccionar lo que tenemos antes que emprender nuevos gastos.

La difícil situación económica que atraviesan muchas familias llevó a cambiar hábitos y consumos de manera casi drástica en los últimos meses.

A las modificaciones en la alimentación, en cuanto a que muchos productos ven reducido su consumo, o bien por la compra de marcas más accesibles, se suman los arreglos de ropa, calzados y electrodomésticos.

Prendas para achicar, cambios de cierre, pegado de suelas, reparaciones de pavas eléctricas o microondas, “hoy todo se arregla”, coinciden los consultados por Democracia.

Así, se busca economizar a la hora de afrontar productos nuevos, con precios casi siderales en la mayoría de los casos y a los que se anteponen otros gastos más elementales.

Otra oportunidad para las prendas

No es nuevo que muchas familias durante años optaron siempre por traspasar ropa entre los hijos, incluso entre primos, para aprovechar aquellas prendas en mejor estado y, en todo caso, destinar dinero a otras cosas.

Lo cierto es que hoy esa práctica no solo continúa sino que se incrementó de manera inesperada en el último tiempo. Nada se tira, todo se renueva.

Olga Stella, de la retacería Lemau, donde realiza trabajos de modista, aseguró que por la situación actual aumentaron mucho las consultas para reacomodar prendas.

Hoy se arregla todo, como la ropa de la escuela. Incluso arreglos chicos, pero la gente trae todo”.

Si bien los costos dependen del trabajo, ya sea un cambio de cierre, poner un parche o realizar un ruedo, se puede empezar a hablar desde los $1500 o $2000 en los trabajos más pequeños.

“Todo depende de lo que se tenga que hacer, a veces son arreglos chicos. A veces poner un cierre, cosido. Hay quienes traen el jean para emparchar y poder seguir usándolo”, destacó. 

Para la modista Josefa Butrico, hay incluso un cambio en la conservación de la ropa. 

“Antes se daba la ropa, hoy se trae para achicar o lo que sea. Ahora no se compra, se arregla incluso ropa de mucho tiempo”, destaca.

Y si bien también vende prendas, asegura que “no se vende nada, se arregla todo”.

Con que la situación generó mucho trabajo coincide la modista Marta Bernárdez: “Siempre se han arreglado las prendas, pero ahora, por los precios, mucho más”.

Compostura de calzados y marroquinería 

El arreglo de calzados es otro de los oficios requeridos en estos tiempos, a pesar de que en los últimos años haya comenzado a perderse, como aseguran quienes saben del tema.
Consultado por Democracia, Walter Corbo resumió la situación del trabajo en base a la repetición.   

“Tengo muchos años en esto. Es todo repetir” y refirió los vaivenes en las distintas épocas políticas y económicas que afrontó en su taller de calzado. 

“Hoy no hay gente de oficio, nadie quiere aprender”, lamentó. Incluso señaló que “en los pueblos no hay compostura de calzado, modistas”.

“Se complica porque no hay gente que aprenda el oficio. Van a desaparecer”, indicó apenado.

En los últimos años, “con semejante inflación, se incrementó mucho el trabajo. Y en estos meses se acrecentó también”. 

“Hay mucho trabajo y los costos son cada vez mayores”, explicó Corbo, que coloca cierres y realiza distintas reformas en calzados.

Sobre los precios, explicó que “cambiar una tapita de zapatos ronda los 5mil, o arreglar alguna costura”. 

Por su parte, Fernando Irazábal reconoció también el incremento en los trabajos.

“Me traen muchos zapatos, carteras, bolsos”, contó sobre la costumbre de la gente antes de afrontar los precios de un calzado nuevo. 

“También me traen mochilas de los chicos. Colocar un cierre en una mochila vale desde $1500”, destaca, contra los precios de una mochila escolar nueva. 

“Pegar una suela, arranca desde los $4000”, indicó. 

Electrodomésticos

Claudio Carpaneto repara electrodomésticos chicos y fue otro de los consultados que aseguró que “hoy se repara todo, no se tira nada”.

Si bien aseguró que en algunos productos pueden faltar repuestos, en su rubro de artefactos más pequeños no es tan así. 

Entre los aparatos que arregla destaca nebulizadores, aspiradoras, cafeteras, tensiómetros, balanzas, ventiladores, máquinas de pan, microondas, batidoras y minipimers, entre otros.

“Hoy un microondas vale 200 mil pesos, algo básico; y una reparación puede costar 30 mil pesos”, destacó sobre las diferencias abismales en los valores.

“Un secarropa vale 250 mil pesos nuevo; un arreglo, por más roto que esté, no pasa de 40 mil pesos. Del mismo modo un ventilador que cuesta 100 mil pesos, un arreglo puede salir 15 mil”, explicó.

“Antes la gente sacaba a la calle y compraba nuevo. Hoy se arregla todo”, remarcó.


 
Ahorro en el consumo

La difícil situación también se ve reflejada en la caída de las ventas minoristas pymes, que se retrajeron 25,5% en febrero, a precios constantes, y acumulan un declive del 27% en el primer bimestre del año, frente al mismo periodo del año pasado. En la comparación mensual bajaron 7,4%.

Desde muchos comercios se señaló a febrero como un mes para el olvido, con días consecutivos donde no se registraron ventas. Las familias dejaron visibles todos sus problemas económicos para llegar a fin de mes, con gastos mayores que los ingresos. Además, las vacaciones se llevaron el dinero excedente.

En tanto, se registraron algunos problemas para conseguir mercadería por demoras en las entregas. Por falta de liquidez, desde los negocios se hicieron más pedidos de lo habitual a sus proveedores, pero por bajos montos.

Los proveedores consultados marcaron que las dificultades en los suministros vinieron por este motivo y no por especulación, ya que en materia de precios febrero tuvo menos incertidumbre que noviembre, diciembre y enero.

En el análisis por rubro, seis de los siete sectores evaluados tuvieron descensos, en comparación con el mismo período del año anterior. La mayor retracción anual se detectó en Perfumerías (-40,9%) y el único incremento estuvo en Textil e indumentaria (+3,5%).

Así surge del Índice de Ventas Minoristas Pymes de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), elaborado en base a un relevamiento mensual entre 1.350 comercios minoristas del país, realizado del 26 de febrero al 1 de marzo.

En calzado y marroquinería, las ventas se redujeron un 21,4% anual y acumulan un declive del 21,1% en los primeros dos meses del año frente al mismo periodo de 2023. En el contraste contra enero, se retrajeron 7,8%. Se vendió el calzado liviano, de bajo precio, y para el resto de las opciones la gente estiró los modelos de temporadas anteriores, porque incluso en unidades el expendio fue muy bajo. Sobre la segunda quincena del mes comenzó a moverse el calzado escolar, pero poco. En las tiendas encuestadas esperan que en los próximos meses se vayan concretando ventas vinculadas al ciclo escolar que quedaron postergadas.

En cuanto a textil e indumentaria, las ventas subieron 3,5% anual en febrero, a precios constantes, y acumulan un incremento de 2,2% en los primeros dos meses del año, contra el mismo bimestre de 2023. Pero en la comparación intermensual bajaron 3,2%. 

En indumentaria, las tiendas  mantuvieron los importes de diciembre y enero, para sacarse las prendas de verano de encima y hacerse de liquidez. Además, hubo negocios donde el turista internacional fue el gran salvador, llevándose varias prendas en una sola compra. También los que venden ropa escolar marcaron alguna diferencia frente al resto.

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