El hombre está internado en el hospital local Saturnino Unzué.
El hombre está internado en el hospital local Saturnino Unzué.
RARA PATOLOGÍA

Vecino de Rojas padecería el “mal de la vaca loca” tras consumir carne contaminada

A través de un comunicado, sobrinos del hombre que se encuentra internado en el hospital local dieron a conocer el caso y solicitaron que se difunda más información sobre esta extraña enfermedad que afecta a una entre un millón de personas.

En los últimos días, comenzó a circular en las redes sociales un comunicado de familiares de un vecino de Rojas que solicitaban que se difunda y se estudie la enfermedad por priones tipo Creutzfeldt Jakob conocida, popularmente, como “Enfermedad de la vaca loca”. En el mensaje indicaban que el hombre de 65 años padece la extraña patología que afecta a una entre un millón de personas y que no tiene tratamiento alguno. Según informaron sus hermanos Graciela y Miguel Aquino a Democracia, el hombre habría contraído la enfermedad hace nueve meses y, actualmente, se encuentra internado en el hospital municipal Saturnino Unzué. 

“En julio de 2019 mi hermano empezó a confundir los nombres de los sobrinos, de las personas en general, y nosotros nos reíamos, lo tomábamos como una broma, le decíamos en chiste que le pasaba por la edad que tenía, pero eso seguía sucediendo y, con el correr de las semanas, empezó a perder la memoria, hubo un episodio muy claro: él estuvo en el velorio de mi suegro y a los veinte días preguntó si estaba durmiendo la siesta”, contó Miguel a Democracia. Y agregó: “Después de eso hablé con mi hermana y empezamos a hacer las consultas con profesionales: primero en Rojas, después en Pergamino, allá le hicieron tomografía, radiografía, resonancia y no salía nada; pasaron dos meses y, en octubre, él seguía desmejorando, perdía la memoria, el equilibrio, se mareaba y se caía, esos eran los síntomas que tenía”.

En el mes de noviembre de 2019 realizaron la consulta en el Sanatorio Junín, donde le hicieron más estudios y el médico les dijo: “Yo no le veo nada pero él algo tiene, no sabemos qué puede ser” y los derivaron al Fleni. Del Fleni fueron al Hospital Milstein y de ahí al Sanatorio Güemes donde, finalmente, lo diagnosticaron. “El 22 de enero llegaron al Güemes, ahí vieron todo, analizaron los estudios, pasaron los días y, en una resonancia, encontraron algo que no sabían exactamente qué era, los médicos dijeron ‘hasta que no sepamos qué es, no se lo van a poder llevar de acá’. Le hicieron muchos estudios, tuvimos muy buena atención, para ellos era muy novedoso el caso, estuvieron una semana estudiándolo”. 

Los hermanos del paciente facilitaron a Democracia el informe médico y allí se puede leer el diagnóstico principal: demencia no especificada con alteración del comportamiento. El informe también detalla que “el caso fue comentado en ateneo interpretando cuadro clínico desde los hallazgos de resonancia, la evolución de la enfermedad, más los hallazgos al examen neurológico, siendo compatibles con enfermedad por priones tipo Creutzfeldt Jakob”, enfermedad conocida como “el mal de la vaca loca”.

“Los médicos de Buenos Aires dijeron que era ‘la enfermedad de la vaca loca’ y que se transmite del animal al hombre por el consumo de la carne contaminada”, explicó Miguel a Democracia y detalló: “Nos dijeron que no se puede curar, que no existe medicamento ni tratamiento, que se puede extender entre seis meses y un año, que es mortal, fue un golpe muy fuerte para nosotros, mi hermano no fumaba, no tomaba, andaba en bicicleta, pero le tocó justamente a él”. 

Consultado por el consumo de la carne contaminada y la eventual intervención de autoridades sanitarias, Miguel Aquino dijo: “Mi hermano compraba en una carnicería muy buena de Rojas, el tema es que no sabemos en qué momento ocurrió, es difícil saber si fue por el consumo de los meses previos a la aparición de la sintomatología o mucho antes”. Por otro lado, Aquino señaló que “Juan Carlos está muy mal, cada vez se deteriora más, está internado en el hospital recibiendo muy buena atención. Estamos agradecidos con todo el personal, los médicos nos habían anticipado todo lo que le iba a pasar y le está pasando, lamentablemente ya comenzaron a suministrarle la morfina porque no hay calmante que le haga bien”.

Encefalopatías espongiformes

En el libro “Biología”, Helena Curtis detalla que “las enfermedades causadas por priones con frecuencia se llaman encefalopatías espongiformes debido a la apariencia que presenta el cerebro de los animales afectados. Aunque las proteínas que generan priones se encuentran en todas las células del organismo, se concentran mayoritariamente en el tejido nervioso, el cual se afecta principal o exclusivamente durante el desarrollo de la enfermedad. Este es el caso de la encefalopatía espongiforme bovina o enfermedad de la vaca loca”.

En el material de consulta Curtis también especifica que “es probable que la mayor parte de las especies de mamíferos puedan desarrollar enfermedades de este tipo. En humanos, se han descrito distintas enfermedades causadas por priones: en algunos casos hereditarias, como la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, el insomnio fatal familiar y la enfermedad de Gerstmann-Sträussler-Scheinker. En otros casos, la enfermedad es adquirida, como la variante de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob generada por el consumo de carne de animales con la Enfermedad de la vaca loca y el Kuru, detectada en tribus de Nueva Guinea, transmitida a causa de rituales caníbales. Esta última enfermedad, con el abandono de la práctica del canibalismo, se considera casi desaparecida”.

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