El desafío de manejar  la escasez y la interna
LA PROVINCIA

El desafío de manejar la escasez y la interna

Mientras se enfoca en administrar la escasez por el recorte de fondos nacionales que sufrió la Provincia, a Axel Kicillof se le ha abierto un frente político interno que impacta en la salud de la alianza de facciones peronistas que lo respaldan. A esta altura ya es inocultable la distancia que mantiene con Sergio Massa, cabeza del Frente Renovador. Es uno de los espacios que tienen representación en la Legislatura y hoy se cuentan como parte del oficialismo.

Fueron compañeros en la aventura electoral del año pasado, que terminó en derrota para uno (Massa, postulante a la presidencia) y en victoria para el otro (Axel, reelecto en el sillón de Dardo Rocha). Cerca de Kicillof siempre facturaron en voz baja que la remontada del ex ministro de Economía entre las PASO de agosto de 2023 y la primera vuelta en la Provincia se debió bastante a la buena imagen que exhibía entonces el Gobernador. Massa sacó casi 43% en octubre y Javier Milei poco más del 25%. Lo del balotaje, ese mano a mano, es historia conocida: el de Tigre le ganó por menos de un punto al libertario en territorio bonaerense, ya sin Axel en la cancha.

Así, y parafraseando a una fuente cercana a Kicillof, el Gobernador siente que no le debe nada a Massa. No es lo que piensan los renovadores, que explican gran parte de la reelección de Axel en el buen flujo de dinero nacional que llovió especialmente sobre el Conurbano durante la campaña. Massa tenía la llave de ese flujo. E incluso recuerdan que, ya electo Milei, el entonces ministro de Economía fue generoso con la Provincia antes de irse, siempre dentro de los parámetros legales, como para que no hubiera problemas para cerrar el año ni en las arcas provinciales ni en los municipios, en particular los amigos.

Reparto de lugares

La derrota peronista a nivel nacional obligó a la marca Unión por la Patria a repartir lugares de poder en la provincia de Buenos Aires, todavía territorio propio. Por ejemplo: en un esquema rotativo de dos años, que podría traducirse “un año para cada uno”, el Frente Renovador cerró que la presidencia de la Cámara de Diputados bonaerense sea ocupada por Alexis Guerrera en 2025. Este año es para Alejandro Dichiara, representante del PJ de los intendentes. Por ahora eso se respeta desde lo formal.

Pero el reparto incluía cosas que aún no se están evidenciando y que expondrían la tensión política entre Kicillof y Massa. Se llegó a anunciar oficialmente que Malena Galmarini, la esposa del ex ministro, ocuparía la presidencia del Grupo Bapro, el holding de empresas del Banco Provincia. Hasta hoy, Galmarini nunca fue nombrada por el Gobernador.

“Prefieren no darle ese sillón que es ideal para hacer política”, explican fuentes del oficialismo. El lugar está vacante desde que salió eyectado el merlense Gustavo Menéndez, luego del escándalo de Martín Insaurralde -jefe del grupete de alcaldes del PJ-, el yate “Bandido” y la modelo indiscreta.

Nunca se dirá en público, pero fuentes confiables atribuyen al menos una parte del distanciamiento entre Kicillof y Massa al escándalo de corrupción que se destapó con el caso “Chocolate” Rigau, que salpica al PJ provincial, pero en especial al Frente Renovador massista. 

La mesa chica de Axel temería que la investigación “hacia arriba” termine enchastrando a personajes de Diputados directamente ligados a Massa, que ya figuran en el expediente, y que eso le ocasione algún costo político al Gobernador, uno de cuyos logros simbólicos -según varias encuestas- es que no está asociado a la idea de la corrupción.

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