Cosola se convirtió en 2022 en el rector de la Universidad Notarial Argentina.
Cosola se convirtió en 2022 en el rector de la Universidad Notarial Argentina.
PRESIDENTE DE LA DELEGACIÓN JUNÍN DEL COLEGIO DE ESCRIBANOS

Cosola resaltó los controles a los cuales son sometidos los escribanos

El rector de la Universidad del Notariado Argentino habló con TeleJunín sobre el código de conducta que rige a los notarios. Lo hizo en el marco del encuentro de jóvenes profesionales de todo el país de esta actividad que se realizó en nuestra ciudad. Y contó particularidades de esta carrera.

“El escribano es uno de los pocos profesionales que, si es destituido, no puede ejercer nunca más. Hay una gran responsabilidad y también un contacto entre las distintas jurisdicciones: el primer requisito para acceder a cualquier concurso es demostrar con antecedentes penales que uno no fue sancionado o expulsado en otra jurisdicción”, contó a Telejunín Sebastián Cosola, Presidente de la Delegación Junín del Colegio de Escribanos de la Provincia de Buenos Aires, en el marco de un encuentro de jóvenes notarios que se realizó el pasado fin de semana en nuestra ciudad.

Cosola sintetizó así el severo código de conducta que regula a la actividad notarial en la Argentina y porqué los colegios de esta profesión regulan con tanto celo la ampliación del número de sus miembros: “El Código Civil y Comercial dice que los escribanos están preparados para hacer ciertos actos de la vida. Entonces es una competencia regulada, y esa competencia regulada tiene dos fines. Primero, hacer los actos solamente que la ley nos autorice a realizar, y segundo, el control de la matrícula”, explicó Cosola, quien cumple con el requisito de ser abogado antes que escribano y es además escritor y rector de la Universidad Notarial Argentina.

 

Autocontrol y control oficial

“La poca cantidad de escribanos no es –como peyorativamente se dice- porque ellos se guardan la tarea notarial como una quinta para sí: cuando uno sabe cuántos escribanos hay, y no son muchos, uno puede controlar no solamente para premiar a los buenos escribanos, sino también para sancionar a los que ejercen mal”, puntualizó el entrevistado. La función del escribano es dar veracidad a los hechos y actos realizados en distintos ámbitos e instancias –desde la escritura de una propiedad a la constitución de sociedades, la cesión de derechos hereditarios, las donaciones, etc.- dotándolos de seguridad jurídica por la fe pública que le confiere el Estado. 

Por este motivo también está sometido a rigurosos controles de organismos nacionales. Según detalló Cosola, “los escribanos tenemos inspecciones sorpresa. A veces estamos en nuestra escribanía y viene una persona, y lo recibimos con un ‘¿Qué tal? ¿Cómo le va? ¿Qué necesita?’ y nos responde: ‘No, soy un inspector: hábleme del protocolo; quiero ver qué escritura hizo; quiero saber qué está haciendo…‘. Tenemos que rendir cuentas a la UIF, que es la Unidad de Información Financiera, y tenemos un contacto directo con la AFIP que nos controla todo. Y así tiene que ser”.

Cosola luego se refirió del encuentro que se realizó este sábado en Junín “de casi 50 escribanos noveles, que son los escribanos jóvenes de todo el país”, que se reunieron “en un encuentro de capacitación y camaradería” del que surgen “los futuros académicos y los futuros dirigentes; los que van a ser autoridades de sus colegios de escribanos y demás”.

El presidente de la filial local del Colegio de Escribanos celebró que “Junín, por segunda vez en su historia”, sea sede de este encuentro. “Exactamente hace 20 años tuvimos la primer mesa redonda del notariado novel, y ahora tenemos la segunda con la organización de los noveles actuales”. Los notarios noveles –detalló- son los escribanos que no pasan los 5 años de ejercicio profesional y/o son menores de 35 años.

 

Una elección de vida

Cosola tiene un pasado de músico de cierta relevancia: llegó a tocar con el cantante JAF (Juan Antonio Ferreira) “dueño de la humildad de los grandes maestros… fue una etapa fantástica de mi vida”, contó a TeleJunín en tono personal. Pero su padre lo instó a dejar la bohemia propia de los artistas por su carrera de Derecho y esa elección la coronó con grandes reconocimientos: desde hace poco más de un año es la máxima autoridad académica de la Universidad Notarial Argentina: “Soy el octavo rector en la historia de esta casa -que en octubre cumplirá 60 años- y el primero del interior de la provincia de Buenos Aires”.

Esta casa de estudios -que tiene dos sedes: en La Plata y en CABA más una universidad de posgrado- se distingue por una especial particularidad: “Es la única universidad en su tipo en el mundo. Y como el notariado, en general, salvo en Estados Unidos y en Inglaterra, es similar en todos los países, recibimos a estudiantes de todos lados del mundo”, remarcó Cosola.

 

Decana de las universidades privadas 

Allí no solo se forman los escribanos, sino que también capacitan a abogados, jueces, profesores y demás miembros del Poder Judicial que se dedican al estudio del Derecho; también capacitan a ramas multidisciplinarias relacionadas con el Derecho, como la psicología, o la sociología. “Y es una de las universidades privadas más antiguas del país”, acotó el notario juninense. 

“Tenemos posgrados y muchas especializaciones, maestrías y doctorados. Y en esa amplia gama de posibilidades, las personas van escogiendo de acuerdo al tiempo que quieran estudiar y de la carrera que quieren hacer. Generalmente los que trabajan de escribanos se inclinan por las especializaciones o por las maestrías; los que dan clases o estudian o escriben libros se dedican al doctorado, con una formación más profunda: son 5 años más de estudios”, contó Cosola sobre la oferta educativa de la UNA, que se está ampliando con convenios con otras universidades. “Es –concluyó- una universidad que tiene mucha cantidad de gente y calidad educativa”.

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