Lucas Biagini, pediatra, habló con Democracia.
Lucas Biagini, pediatra, habló con Democracia.
SALUD

Semana de Lucha contra la Muerte Súbita: cómo son los síntomas y la prevención

En la Argentina se registran 40 mil casos por año. En el 80% de los episodios, los pacientes tenían enfermedades cardíacas y no lo sabían. El uso de desfibriladores, impulsados por una ley nacional, es clave para revertir la situación.

Cada año se registran en la Argentina 40 mil casos de muerte súbita y el 70% se produce fuera del ámbito hospitalario. Estos episodios tienen un doble impacto. Al dolor por el fallecimiento de un ser querido se suma la conmoción de lo que parece inexplicable: que una persona aparentemente sana pierda la vida de repente, en cuestión de minutos.

Muchas veces se tiende a pensar que estos hechos son fortuitos o inevitables. Sin embargo, se trata de una falsa creencia. En más del 80% de los casos, hubo señales previas que no fueron atendidas o factores de riesgo que no fueron detectados a tiempo por falta de controles.

Hay otro dato que contrasta con esa creencia: los cuadros agudos que preceden a la muerte súbita en muchos casos pueden ser revertidos si se cuenta con los recursos necesarios y quienes rodean al paciente saben cómo actuar y lo hacen a tiempo. La reciente reglamentación de la ley de muerte súbita impulsa la disponibilidad de desfibriladores y fomenta su correcto uso. Un tema que este año -en la Semana de la Lucha contra la Muerte Súbita, que comienza este 20 de agosto- resulta imprescindible abordar.

Qué es la muerte súbita
Es una muerte de presentación repentina en una persona sin antecedentes clínicos de enfermedad conocida. Causa 3 millones de fallecimientos anuales en todo el mundo, lo que representa una incidencia global de 1 a 2 por cada 1.000 habitantes. En Argentina, según datos publicados por el Ministerio de Salud, son más de 100 los casos diarios. 

“Es una muerte inesperada, que sorprende porque la víctima no estaba enferma. Si bien hay muchas definiciones, creo que lo más importante para comprender esta condición es saber que es repentina y en personas aparentemente sanas”, explica el cardiólogo Fernando Scazzuso, jefe de Electrofisiología y Arritmias de ICBA Instituto Cardiovascular, de Buenos Aires.

A grandes rasgos, la muerte súbita tiene dos mecánicas: se genera por la falta de oxígeno a nivel del músculo cardíaco o por una inestabilidad eléctrica del corazón.

En el primer caso, el miocardio deja de funcionar de manera coordinada y genera una arritmia denominada fibrilación ventricular, que en segundos provoca que el corazón se detenga. Es decir, el paro cardíaco. La segunda mecánica de la muerte súbita está asociada a una inestabilidad eléctrica propia del corazón, independientemente del buen aporte de oxígeno y nutrientes. “La persona padece una alteración genética que se manifiesta desde su nacimiento y que pone en riesgo su vida, provocando la arritmia que lleva al paro cardíaco”, específica.

Síntomas y prevención
Diversos estudios clínicos indican que la mitad de los casos relevados de muerte súbita presentaron síntomas en las 24 horas previas. Pero, fueron inespecíficos lo que reduce las chances de hablar de una señal premonitoria. “Sin embargo, la presencia de dolor de pecho, la falta de aire repentina y/o la pérdida del conocimiento deben motivar la consulta con el médico para descartar o confirmar la gravedad del cuadro”, afirma Scazzuso.

En cuanto a la prevención, para los casos potencialmente provocados por falta de oxígeno en el miocardio es importante controlar los 5 factores de riesgo coronario: tabaquismo, presión alta, obesidad, diabetes y colesterol alto. Para el segundo grupo, lo esencial es la consulta de rutina con el pediatra para detectar a tiempo las alteraciones que pueden provocar la inestabilidad eléctrica del corazón.

Cómo ocurre en bebes
Lucas Biagini, pediatra, que trabaja en el Hospital Interzonal General de Agudos “Dr.  Abraham Félix Piñeyro”, dialogó con Democracia y explicó cómo se produce la muerte súbita en los recién nacidos y cómo prevenirla. “La muerte súbita se produce en los lactantes, es decir, en los recién nacidos y hasta el año. El acto se produce durante el sueño”.

Lo más normal es que la muerte súbita le suceda a un chico que es aparentemente sano, sin una causa que lo justifique. El fallecimiento no tiene síntomas, sino que lamentablemente ocurre cuando el bebé está durmiendo. “Sí hay que remarcar y tener presentes los factores de riesgo, que están asociados a los bebes prematuros o a niños que tienen bajo peso durante el embarazo, que a eso se lo llama retraso de crecimiento intrauterino, que está asociado a padres que fuman en la casa durante el embarazo o madres que fumaron durante el embarazo. También está asociado al dormir boca abajo, generalmente los bebés que duermen boca abajo o de costado pueden correr mayor riesgo de la muerte súbita”.

“El colecho muchas veces no se relaciona con la muerte súbita, sino con las condiciones en las que se da el dormir con los padres. Lo importante es recalcar que, si lo tienen que hacer, lo hagan en las condiciones correctas, es decir, un sueño seguro. Si los padres tuvieron un niño con las condiciones mencionadas anteriormente, prematuro, que fumaron en el interior del hogar o que el bebé duerme boca abajo, tienen que saber que ese bebe corre serios riesgos de sufrir muerte súbita”, advirtió el profesional.

Ahora, en situaciones habituales, el colecho muchas veces es bueno, porque favorece la lactancia materna, que es un factor protector de la muerte súbita. Por eso se recomienda que hasta los seis meses el bebé duerma en la habitación de los padres en lo posible, en una cuna segura, con un colchón firme, que duerma con sus brazos afuera de la sábana, que no se agreguen más cosas, como almohadas, almohadones o juguetes y que no lo abriguen demás.

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